viernes, 7 de junio de 2013

El conocimiento líquido

En nuestra vida diaria aprendemos muchas cosas, no sólo en la escuela, el conocimiento es líquido y al aprender una cosa puede llegarnos a conducir a aprender otras cosas. Un ejemplo muy simple, es el de un niño con un mechero, sus padres, le dirán que es malo y peligroso, y así repetitivamente hasta que finalmente el niño haya adquirido el conocimiento de que "el mechero es malo", cuando crecemos y aprendemos más sobre el fuego y los efectos que causa en la propia piel o fuera de ella, y sabemos que sigue siendo algo malo, aunque no supiésemos el porqué.

El lenguaje no educable, el lenguaje táctil o visual, es otra de las cosas que deriva de nuestro conocimiento, el uso del lenguaje visual, en los deportes por ejemplo, un movimiento de manos, un signo con los dedos, es algo que aprendemos y conocemos de nuestro entorno que más tarde usamos en nuestra propia vida.

En conclusión, el conocimiento global, o mejor dicho, el conocimiento no-adquirido en la escuela, abarca una gran parte de nuestro conocimiento, más de lo que creemos. Si nos hablasen de muchos temas diferentes y nos pregunten: ¿cómo lo sabemos?, contestaríamos con una chorrada o no sabríamos responder, porque es algo que hemos aprendido de nuestro entorno.

sábado, 1 de junio de 2013

El valor del fracaso

En nuestra vida, tomamos muchas decisiones, desde que nacemos sabemos tomar decisiones, el ejemplo más simple es de un bebé que no quiere comer más porque no tiene hambre, una decisión que conlleva a un resultado diferente del que habría pasado si hubiésemos decidido seguir comiendo. Las decisiones que tomamos se van complicando a medida que crecemos y nuestra responsabilidad es más grande. Actualmente, nosotros estudiamos por nuestra propia decisión, para poder llegar a tomar una decisión en un futuro y así continuamente. Solemos tomar decisiones para poder tomar otras decisiones en el futuro. En el futuro tendremos que tomar decisiones aun más importantes sobre nuestro trabajo, estudio o familia, en este punto, es cuando nos solemos echar atrás e intentar continuar con lo que tenemos actualmente, por el miedo a fracasar.

Querer crecer y tener una ambición, por muy absurda que parezca, no es malo, al contrario es bueno. El ser humano ha evolucionado gracias a su ambición infinita, los que se atreven a mejorar y crecer, también llamados emprendedores, son los que de verdad crean una novedad y cambian el mundo. Muchos de nosotros tenemos ambiciones para ganar más dinero, pero el dinero no puede comprar lo más importante que necesitamos para emprender: la idea. Una idea magnífica, es fruto de investigación, estudio, compromiso y muchísimo esfuerzo. Con esa idea, puedes crear una base para empezar tu proyecto, en el que no solo construyes tu futuro, si no que también crear una inspiración en el futuro de otras personas.

Por otro lado, el ser humano es una persona que por culpa de sus ideas "locas" ha llegado muchas veces al fracaso, arriesgar todo en un proyecto, gastar tu valioso tiempo en algo que no está al alcance de tus manos y no recibir nada a cambio. Este grupo, las personas que no quieren decidir, que no quieren cambiar, que prefieren conformarse con lo que tienen, es la mayoría de nuestra sociedad.

Pero hay muchísimos ejemplos de personas que gracias a sus ideas locas han conseguido llegar a su meta, han conseguido cambiar su vida, y la de miles o millones de personas. ¿Era loco la persona que apostó la tecnología táctil? ¿Era loco la persona que unió a millones de personas a través de datos invisible, que si tuviésemos que comprimirlo físicamente tendría el tamaño de una fresa? No lo eran.

Las personas locas que han conseguido llegar a sus metas no son personas con suerte, ni personas que tienen más recursos que tú, son gente que quizás han estado más cerca de tus metas (o más lejos) pero que no se han rendido, y se han esforzado, caído, levantado siempre, hasta llegar a tus metas soñadas. Caer en el intento no es un fracaso. Un fracasado es aquel que se rinde en el camino.